#lealtad
@Avanzarte
25 de agosto de 2023
LEALTAD, TRAICIÓN, DESAMOR
Pensamientos
Para empezar quiero hacerte unas preguntas:
- ¿Cómo interpretas la lealtad? -
- ¿Qué significa eso en tu vida? -
- ¿Que te hace sentirte traicionado?
No la entiendes si no la ves como un valor basado en el respeto hacia algo o alguien.
Sí, ahí en el respeto está la base de la lealtad.
Su origen se remonta al pasado, cuando la lealtad actuaba como mecanismo de supervivencia al garantizar la ayuda y apoyo entre los miembros del grupo.
Es como esa escritura con firma y sello, en el que reza la unión respetuosa y amorosa entre dos o más. Si bien, actualmente no tenemos la necesidad de ser leales para sobrevivir en el sentido más estricto de la palabra, sin duda, seguimos siendo seres sociales que desean establecer relaciones de cercanía, respeto y seguridad a lo largo de la vida. Saber que tenemos esos tesoros de personas que comprenden en sentido consciente lo que es ser leales, es vital. Esos que te cuidan, te protegen, te defienden, te aconsejan, te evitan situaciones y se abstienen de hacerte daño o exponerte a el, esos son los leales. ¡Cuanto no valoramos esa gente!
Creo que valoramos profundamente la lealtad al ser una característica que demuestra coherencia entre nuestros valores y nuestra forma de actuar. Es un concepto que está profundamente ligado a la confianza, ya que se establece un compromiso en el que no hay dobles intenciones o intereses ocultos, y ese compromiso se soporta en el amor, en donde cada uno se gestiona en lo torcidos y caprichosos que puedan ser sus comportamientos , pero los controla para no romper ese compromiso previamente establecido. Sin embargo, el hecho de mostrar lealtad a alguien no quiere decir tener que estar de acuerdo y darle la razón en cada cosa que haga o diga, esto no se trata de que quien es leal, nuble su entendimiento hacia lo que está incorrecto, por su parte hará lo propio para invitar a la reflexión a quien esté errado según su parecer, pero nunca expondrá sus errores ante los demás, a menos, sin antes no haberlos discutido de forma personal y privada.
La lealtad en sí, significa ser capaces de transmitir lo que opinamos desde el respeto y el cuidado, buscando su bienestar y transmitiendo nuestro apoyo en todo momento de manera íntima y reflexiva mostrando amor y paciencia. Este valor se nota cuando esa persona nos importa, nos importa muchoooo, porque no la queremos dañar y querremos ser como esas corazas de protección cuando vienen ataque de otros para dañarle.
Es que sucede que muchas veces no somos conscientes del daño que hacemos con la deslealtad, ahí mismo cuando actuamos incoherentemente congelación al amor que promulgaos con palabras en donde se supone que amamos a alguien pero la deslealtad nos hace destruir esas promesa de amor y compromiso. “ TODO MAL”
La lealtad en un vínculo poderoso de gente valiente que valora sus relaciones con la pareja, la familia, los amigos, y también consigomismos, con nuestros valores, con nuestras creencias, con la patria, con una mascota… Cada persona decide a qué quiere ser leal, según esté o no en sintonía con sus valores. Y vale la pena preguntarnos “¿SOY UNA PERSONA LEAL?” Y si cuando te respondas es “ SI” luego pregúntate, ¿eres leal a qué? Y una pregunta mas no viene mal, ¿a eso que eres leal, te hace bien? O te tira a la destrucción como persona?
Te voy a poner en contexto de un caso en consulta que tuve hace algún tiempo: (David, Hombre de 34, aficionado al futbol, bioquímico de profesion, tiene trabajo en una compañía de alimentos , vive solo y tiene una novia de su misma edad y quien también bioquímica. El es altamente influenciable pero comprende a rajatabla, lo que es ser LEAL. Una de sus actividades de ocio es asistir a una agrupación de fanáticos del fulbol, quienes le van a un equipo de su ciudad. En esa agrupación pues comparten temas e ideas relacionadas con su equipo que siguen y apoyan. David asistió a una fiesta de compañeros de trabajo de su novia. El como invitado pues se fue adaptando a la dinámica de la reunión y todo iba bien, hasta que se dio una conversación entre un grupo de personas de la fiesta y tocaron el tema del futbol y mas precisamente estaban hablando de su equipo, y obviamente lo que decían epataba en contra de su pensamiento. En ese preciso instante empezo David a transformarse, se salió de sus cabales y por mas que su novia le decía en voz baja que se comportara, que no se enganchara y que mucho menos lo hiciera de esa manera, eso era como echarle gasolina a su ira y descontrol. El le respondia a su novia que el no podía ser DESLEALO. A sus pensamientos y a su amor por su equipo. Las cosas terminaron muy mal, para David, para su novia y por supuesto que la fiesta termino mal hasta que DAVID se tuvo que ausentar a la fuerza. Y no les quiero decir lo que paso entre David y su novia, porque ese será tema de otro video.
Surge entonces la inquietud, ¿hasta donde la lealtad a todo es correcta?
La lealtad está ligada con aspectos como la responsabilidad, la sinceridad y la rectitud. Mantener siempre presente que es un compromiso y no es un valor tomado a la ligera como para juegos y trampas que solo generaran aspectos negativos a la vida y las relaciones de cualquier tipo. Este es un gran valor en el que el respeto hacia si mismos y hacia los demás lo caracteriza en gran medida.
Ahora pensemos cuánto dolor nos trae lo contrario a la lealtad, quien no ha conocido este profundo anti valor: la traición.
Siempre surge de las personas que queremos y confiamos. Es una de las experiencias más dolorosas que podemos experimentar. No importa si la traición es por parte de la pareja, de un familiar, o de un amigo. Cuando quiebran nuestra confianza, se abre una herida tan grande que tarda años en sanar, y en algunas ocasiones, esas heridas nunca se cierran, para lo cual se debe hacer un proceso de sanación interior.
A veces nos decepcionamos, e incluso nosotros decepcionamos a alguien con nuestro comportamiento. Pero esos pequeños errores son comprensibles, ya que se dan sin premeditación, y sin intención de dañar. Pero la traición se comete por la debilidad de quien las hace. Son acciones que se sabe que pueden dañar a la otra persona, y aun así se cometen. Existe una intencionalidad.
La traición daña y duele como nada en este mundo. Parece que nos han quitado el suelo firme en el que pisamos y vamos cayendo al vacío. Nos marca para siempre. Son actos deliberados, fruto del egoísmo de la persona que ejerce esos actos.
La persona traidora rompe la confianza de la persona querida, con tal de obtener algún tipo de beneficio. Es consciente que está fallando a su palabra y al compromiso que tenía con la persona que ha traicionado. Cuanto han sufrido quienes han sido traicionados por su hermano, por su amigo entrañable, por sus padres, por su pareja. Sí la traición duele, duele mucho.
Podríamos enfocar la lealtad de distintas ópticas, lealtad ética difiere de la lealtad entre amigos o familiares. La lealtad ética no es con otra persona, sino con uno mismo. Somos éticamente leales cuando nos orientamos por razonamientos objetivos que fomentan el bienestar humano, la integridad, la honestidad, la excelencia, la cooperación, el deber, la responsabilidad, el compromiso, y muchos mas.
La lealtad con “amigos” puede conducirnos a una serie de anomalías de comportamiento que nos lleven a ser personas llenas de faltas éticas silenciosas. Apoyar a una persona por amistad, pese a sus caprichos, irresponsabilidad, falta de transparencia, incoherencias, nos hace montarnos de alguna manera en esa carreta de la insensatez.
La lealtad con la ineficacia de una persona nos hace tan incompetentes y mediocres como él. Pero este es el resultado de las conexiones emocionales sin análisis y observación, que nos conducen a vivir en una inmoralidad silenciosa, una lealtad fanática y antiética.
Un mal amigo o pareja es aquel que es cómplice de tus incoherencias, aquel que fomenta mediocridad e incompetencia. Un buen amigo o pareja es aquel que no está dispuesto a ser cómplice de tus faltas éticas, de tus faltas morales; aquel que no fomenta mediocridad e incompetencia, que te hace crecer en virtudes y te abre los ojos sobre a lo que no deberías ser leal por tu propio bien y después por el bien de otros.
Cuando una persona ha creído en otra, y ha compartido con ella su vida, y viene la infidelidad, esta experimenta una ruptura de los cimientos que conforma su vida.
Su vida presente y futura se ve truncada por culpa del comportamiento de la otra persona, que ha optado por romper su compromiso y la confianza para conseguir un placer momentáneo. Es decir por un momento de placer y fantasía comete un acto infiel. Podríamos decir que tiene una connotación de tiempo corto y un acto solamente. (infidelidad) Cuando esto es repetitivo, constante y premeditado planeado y con miras a futuro, se configura como deslealtad. Aqui se olvidan todos los compromisos (persona de familia, apegado a las lineas de respeto, etc.)
Normalmente, cuando existe una traición, todas las heridas pasadas se vuelve a abrir. Quedamos expuestos a la desesperanza y al vacío. Nos rompemos por dentro, y costará años volver a reconstruirnos. A quienes les queda didil conseguirlo. Todo dependerá de los recursos emocionales, familiares, sociales y todo el sistema de contención que tenga a su alrededor. Si la persona traicionada tiene los suficientes apoyos, logrará salir del hoyo donde se encuentra con tiempo, esfuerzo y mucho trabajo consciente.
Algunas parejas, al descubrir el principio de una traición, como es la infidelidad, deciden continuar con su pareja, e intentar perdonar lo ocurrido. Algunos pueden optar por justificar lo sucedido diciendo frases como: “ errar es de humanos” , “a todos nos pasa” o “no fue para tanto” esto no borra que es una situación muy difícil, ya que se requiere de un trabajo terapéutico por ambas partes.
La traición es un obstáculo muy grande para alcanzar de nuevo la estabilidad personal y emocional y, por ende, volver a tener una relación plena con la otra persona. Relación de cualquier tipo se ve quebrantada por la deslealtad.
Por ese motivo, para poder plantearse la continuidad de la pareja, en este caso preciso, se necesita de un proceso terapéutico. Solo de ese modo se puede pasar página, si no la herida siempre quedará abierta esperando a la próxima traición.
La confianza se reconstruye con los hechos y no con las palabras. Cuando uno pide perdón, ese perdón debe ser activo, no puede ser simples palabras que quedan allí de adorno, debe estar acompañado con acciones.
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