NOS COMPLICAMOS LA VIDA CON COSAS QUE NO VALEN LA PENA

 

 

#inteligenciaemocional 

@avanzarte

 

 

 

Es cuestión de darse cuenta 

 

 

Las personas somos complicadas,  pero la verdad es que hay unas personas más complicadas que otras;  porque en cada persona hay un cúmulo de recuerdos, de experiencias, de creencias,  líneas de educación,  que muchas veces a la larga nos pueden perjudicar y nos crean prejuicios y conflictos donde realmente no los hay.

 

Y es que complicarse la vida a veces es muy sencillo y lo difícil de todo esto,  es que no siempre somos conscientes de ello y nos ofuscamos de tal manera,  que nos creamos una vida llena de conflictos y resulta innecesario tanto agobio.

 

En la actualidad es muy difícil volver a lo sencillo, ya que tenemos la presión de la moda,  la hipercomunicación, las tensiones de la productividad y el éxito social. 

 

El valor a lo sencillo tendría que ser considerado como un tesoro que se debe defender, porque es algo que no tiene diferentes aristas, no tienen espacio a las ambigüedades, y mucho menos tiene momentos para las trampas. ¿Cómo sería alguien que no quiere complicarse la vida,  sin ir al otro extremo de la “frescura existencial” y la irresponsabilidad?, pues, es una persona sencilla que se muestra como es, que tiene una comunicación asertiva,  yendo directo al punto, mostrando su posición y sus intenciones, sin doble discurso,  ni manipulación. También sería una persona responsable en gran medida y que le da gestión a los problemas que le van surgiendo en el camino. 

 

Todo esto no deja espacio para  las confusiones por parte de los otros y así mismo,  su consciencia le permite tener claro lo que puede esperar,  aunque sabe que pueden llegar los imprevistos y los sabrá asumir. Por lo tanto la angustia que se genera con la incertidumbre no le afectará tanto y al menos la sabrá gestionar. 

 

Ya sabemos que existen las distorsiones cognitivas, que son aquellas maneras erróneas que tenemos de procesar la información, es decir, malinterpretaciones de lo que ocurre a nuestro alrededor, generando múltiples consecuencias negativas. Hay una distorsión cognitiva que se llama anticipación catastrófica, y esto es lo que comúnmente vemos en personas altamente angustiadas procesando pensamientos de que algo va a suceder y lo peor es que lo verbalizan en su vida cotidiana contagiando a los demás de esa angustia existencial con preocupación excesiva y comportamientos patológicos que dañan cualquier clima social o afectivo. 

 

 

Tipos de pensamiento que nos complican la vida

 

  1. Planificar tareas pendientes que realmente no necesitas hacer. Esto pasa porque  a veces nos sobrecargamos con compromisos que no son realmente necesarios y esto se debe a que empezamos en nuestro diálogo interior a decirnos frases que tienen la palabra “necesito” y esto activa un sentido de urgencia por eso nos mantenemos ocupados haciendo cosas intrascendentes y poniéndonos la vida complicada sin necesidad;  por eso es que hay que tener una lista de tareas que sean verdaderamente prioridades y  utilizar palabras tales como: “quiero”,  “me gustaría” “preferiría”, porque ya saben que el cambio semántico ayuda a cambiar la colocación de los pensamientos y cambiar lo que no necesitas,  por lo verdaderamente es importante así no te desgastas en energía.

 

  1. Quieres hacer las cosas de manera perfecta buscando la solución excelente para cada uno de los errores más comunes que tenemos en la vida y caes en un círculo vicioso creando un problema interminable. También sucede que surge el miedo a equivocarte y te desgastas manteniendo un sigilo constante o haciendo que tus ideas sean perfectas y esto a la vez te puede paralizar y te pones lejos de la solución de los problemas;   esto a su vez  genera una situación de sobrecarga cognitiva. “CANSANCIO MENTAL”

 

  1. Tienes buenas ideas para solucionar los problemas, pero no las pones en práctica porque te quedas en la “fase teórica” y no pasas a la acción y esto puede ser a veces consecuencia de tener sobrecargado el pensamiento  fabricando ideas,  o tal vez porque estás en depresión y llega todo lo que es la procrastinación y te impide implementar las ideas de solución o las ideas para nuevas cosas;  por eso debes asumir que el primer paso no te va a llevar directamente a la meta,  pero si vas a emprender el camino que te llevará a lograr lo que necesitas,  así es que no te quedes solo en ideas y en teoría ve a la práctica.

 

  1. Te obsesionas con las consecuencias de las decisiones o con lo que pueden pensar los demás y así empiezas a recargar tus pensamientos de lo que posiblemente podría pasar.  El  pensamiento es una herramienta muy potente,  que nos permite proyectarnos al futuro para evitar posibles daños, pero también es un arma de doble filo que genera preocupaciones incesantes que nos arrebatan la tranquilidad y uno de los principales errores que nos mantienen atascados y nos complican la vida consiste en pensar continuamente en cuál va ser el resultado de nuestras decisiones,  así es que debemos tener que usar el arte de fluir y dejar que las cosas sucedan,  porque todas las decisiones que tomes siempre tendrán consecuencias ya sean positivas o negativas,  y siempre tendrás que renunciar a algo para poder tener el resultado de otra cosa, así es que no te obsesiones con pensar en lo que puede suceder.

 

  1. Siempre estás inventando obstáculos para cada solución porque tienes un problema y  en vez de buscar salidas, buscas otros problemas para adicionarle a ese. Esto puede parecer que no tiene sentido,  pero casi siempre estamos mirando un obstáculo en nuestro camino para evitar tomar una decisión que tal vez nos genere temor.  Tal vez esta estrategia es la más común para complicarse la vida innecesariamente o decimos que no podemos decidir hasta que no tengamos más información, o hasta que nos estemos totalmente seguros y  a veces es mejor dejar de  complicarnos la vida y dejar que las cosas fluyan para poder así tener un mejor desarrollo y consecución de las cosas. “QUE PASE LO QUE PASE”

 

 

 

 

 

CÓMO DEJAR DE COMPLICARSE LA VIDA

10 reglas de oro

 

  1. Darse cuenta que es lo que te pertenece y que no. Porque a veces queremos cargar con la mochila de los problemas de los otros, y queremos tener un papel redentor y solucionar todo lo que no está en nuestras manos. 
  2. Darle a cada cosa la justa importancia. Preocúpate cuando sea justamente necesario. Hay situaciones que no necesitan de que te preocupes sino que “te ocupes”. Si te ocupas de mirar las causas, la situación como tal y las posibles soluciones con los recursos que tienes a mano, seguramente vas encontrando salida sin tanto agobio.  Y ahí es el momento clave en saber que la preocupación no soluciona absolutamente nada, por el contrario entorpece el pensamiento para poder encontrar salidas. 

 

  1. Perdónate y perdona a los demás. Cada que vivencias una situación problema, es casi imposible no medir nuestro propio nivel de culpa o de responsabilidad en ese evento; no obstante, también es primordial que el perdón vaya acompañado de la observación que haces de eso y es obligación que te analices como un ser humano que tiene errores,  si los has tenido en esa situación, te perdones y sigas adelante. También hacer el mismo ejercicio del perdón con los demás.

 

  1. Aclara las situaciones con los otros. Aclarar las situación con los demás quienes están implicados en la situación problema, es un gran paso para ir buscando salida al conflicto. Siempre se debe tener una actitud positiva con la mente abierta para escuchar y dar puntos de vista.

 

  1. Adopta técnicas de comunicación basadas en la asertividad y la claridad. Saber escuchar, expresarse con claridad, dar el turno para que el otro se exprese, avalar razones o refutar lo que no estés de acuerdo. Respetar opiniones y hacer respetar las propias. 
  2. Acepta y reconoce tus errores sin martirizarte. Uno de los errores más difíciles en las relaciones humanas,  es la característica personal de no poder reconocer los errores. Esto deja paso a que el conflicto se perpetúe, las asperezas continúen y se extienda el tiempo de encontrar una solución. “LOS QUE NO DAN EL BRAZO A TORCER”

 

  1. Reconoce las cosas que no son vitales emocional, psicológica y socialmente en la etapa de vida que estas viviendo. A veces las cosas que en un pasado eran de suma importancia, tal vez en la actualidad no y asi se pueden dejar en un segundo plano de importancia para no agobiarse por eso.  

 

  1. No te obsesiones ni con el pasado ni con el futuro. Allí es donde se le da cabida a la ansiedad y a los pensamientos rumiantes sobre cosas que no han sucedido o que ya pasaron,  pero en otra etapa de la vida con otro tipo de connotaciones que tal vez no aplicarían en el presente. 

 

  1. No busques aceptación, integración, ni validación constantemente en grupos o por parte de personas. Además de ser desgastante se va volviendo un problema extremadamente difícil de resolver. Esto es muy común por la necesidad de pertenecer. A veces esa necesidad no tiene sentido. 

 

  1. Vive con una actitud de agradecimiento constante y entendiendo que el mundo es abundante, sirviendo a los demás y así mismo recibirás servicio de los otros, lo que debes saber es dónde estar y que actitud tener. 

 

¡Feliz vida y toma nota!

 

Con amor 

Lupita

 

 

 

¿Quieres ver este tema en video? Aquí abajo lo tienes.

Escribir comentario

Comentarios: 0