¿Qué hacer para no vivir ofendido?

Se podría pensar que vivir ofendido todo el tiempo, es un estado que no existe, o que por lo menos no por mucho tiempo en una persona; pero es más común de lo que parece. Las  personas ofendidas siempre creen que todos los que están del otro lado, están unidos en su contra, haciendo apreciaciones negativas, teniéndole envidia, hablando mal de él, deseándole mala suerte, etc.
Dichas personas creen que el mundo se ha confabulado en su contra,  pero es al revés , el problema radica en sí mismas, ya que tienen  una percepción errada de lo que reciben de los otros; es decir, el problema está en su cerebro, porque apoyan su pensar, solo en emociones negativas

Los ofendidos constantes, tienden a malinterpretar  cualquier palabra, gesto o acción, adoptando una posición de “víctima social” y manifiestan una alta sensibilidad y bajo autoestima ante cualquier experiencia.

No se debe confundir la actitud de la persona ofendida constante, con  aquella que sí se siente ofendida ante una agresión y es lógico que exprese su descontento e intente defenderse.

Si tú sientes que te llegan ofensas en todo momento y que cualquier comentario hacia ti va en sentido negativo, tal vez estas sugerencias son para ti y así no vivas ofendido.

• Piensa en que eres único y valioso.
• No te centres en tus defectos ni en tus falencias, porque así creerás que atraes los ojos de los demás hacia esos defectos.
• Practica la asertividad al hablar y al actuar.
• Tú también tienes cosas por corregir, aprende a diferenciar cuando debes aceptar un correctivo.
• No seas impulsivo ni reactivo.
• Al recibir un comentario, haz un discernimiento ligero, siempre hacia lo positivo.
• Erradica los sentimientos negativos generados por experiencias pasadas.
• Lo que no está en tu mente no existe, los pensamientos tienen mucho poder.
• En la mente se gestan cosas monumentales y eres tú quien decide que gestar en la tuya.
• Rompe el círculo vicioso de pensamientos – sentimientos – comportamientos negativos.
• Equilibra tu ego, no pienses que todo lo que sucede va a tu centro negativo.
• No guardes rencores ni resentimientos tóxicos.
• Entiende que la mayor parte del tiempo debes tener una percepción  objetiva en la comunicación.

Gracias por tu lectura

Lupita Peña 

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