LA SEGUNDA ADOLESCENCIA

Cuando llega la edad de los cambios,

acompañada de una crisis personal.

No crean que esto sólo le sucede a las mujeres,  o a los adorados señores, no; la segunda adolescencia le sucede a todos, indiscriminadamente  de género, edad, raza o estrato social. Esto va mas relacionado con una crisis personal en la que se combina la frustración, el FOMO (miedo a perderse de algo, Fear of missing out) espíritu de aventura, inmadurez, deseos de gozar la vida y tal vez,  un poco de irresponsabilidad. 

 

Cuando ha avanzado la edad y estas personas se dan cuenta e que "mirar atrás" demuestra que ya se está haciendo viejo y han pasado los años; inmediatamente se activa una defensa y es cuando los comportamientos y las actitudes cambian, ya que estas personas  presentan  bajo desarrollo del mecanismo de la regulación de las emociones. AUTOGESTIÓN.

 

Y ¿qué es esto?, veamos. Estas personas  son hipersensibles ante las frustraciones, no quieren una negación de parte de terceros, luchan contra la edad, no aceptan su actual talla de ropa, quieren tener nuevas relaciones amorosas y el concepto de tiempo que manejan, se reduce a lo que ven en el espejo. El tema de la "conquista" se vuelve un artilugio de exquisita elegancia y llena el ego y la vanidad. Sentirse vigentes es como un aliciente diario que llena las venas de la aceptación y la motivación para vivir. 

 

Esto puede obedecer a la frustración bien refundida en sus pensamientos acerca de no haber vivido algunos momentos explosivos juveniles, que tal vez habrian podido tener en su vida y los cuales se perdieron por diferentes razones, entre ellas puede estar el hecho de haberse comprometido en una relación, haber tenido hijos muy joven o los medios económicos y/o familiares no se lo permitieron. 

 

Evitan responsabilidades sobre los hijos y su futuro, olvidan fácilmente sus compromisos en el hogar, juegan atrevidamente con su salud, haciendo excesivo ejercicio o bebiendo licor de manera desmedida y desbordan de emociones, traspasando límites de seriedad y responsabilidad consigo mismos y su entorno social. 

 

A ellos se les puede denominar inmaduros, pero este apelativo tiene un poco más de peso psicológico, ya que en este aspecto  se considera inmaduro a un individuo que tiene la incapacidad de presentarse al otro como un sujeto responsable, a esto se le suma la sensación de creer que están en la adolescencia , cabe anotar que es una sensación  momentánea o de una época corta. 

 

Ahora traslademos este concepto a la vida sencilla para que lo entendamos mejor.  Son personas inmaduras, que desde que terminaron su etapa adolescente y pasaron a la vida adulta, vivieron emocionalmente y comportamentalmente acordes a su edad, pero después de un tiempo, quieren volver a vivir la juventud, y "ojo", no es que no se pueda "sentirse joven", lo ideal es tener espíritu joven;  el tema que nos llama a este escrito es ese tipo de personas que están desfasados de su edad y las vivencias que quieren transitar. 

 

En efecto, la segunda adolescencia es una etapa de la vida del ser humano en la que sufre cambios físicos y en su personalidad a causa de la variación de químicos en el cerebro, características propias también del desarrollo del ser humano, como también cambios en los roles de familia y sociedad, por la construcción de su pensamiento y adaptación a cada etapa. Esto puede ser parte de una crisis  por el inevitable paso de los años. Es decir desde la adolescencia vamos teniendo cambios que construyen un carácter y una forma de ser y en el paso por las diferentes etapas de la vida todo tiende a estructurarse hacia la madurez emocional y se aleja de la adolescencia. 

 

Lo que es importante atender, es que si bien es cierto que los cambios vienen con el paso de los años, el auto conocimiento, el reconocimiento e identidad  y su impacto en la propia identidad, en el circulo familiar y social, son más que indispensables para no vivir desfasados ni en el tiempo, ni en el espacio; y del mismo modo afianzarse como persona madura, proactiva y gozar su etapa actual de vida acorde a sus necesidades, edad y roles sociales.

 

Cada quien vive como quiere y como elige ser  feliz;  lo lamentable de esto, es que  en esa "vida loca y adolescente" se pierden tal vez cosas más valiosas, que las que se puede perder viviendo la segunda adolescencia a tope. 

 

 

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