"No puedo controlarme, a veces creo que todo cuanto me rodea no me sirve y de inmediato estallo"
Con esta frase se queja alguien que al parecer, empieza a reconocer que no el mundo a su alrededor es el que esté mal y desea echarle un vistazo a sus costumbres, sentimientos y emociones, como también la historia que trae con ella.
¿Como empezar a hacer esa revisión?
- Escuche con atención las palabras que usa y el volumen que le imprime a lo que habla.
- Conozca los lazos de amistad que ha creado y sobre que emociones los ha formado.
- Revise con cuántos amigos cercanos y sinceros cuenta.
- Pregúntese si es valorado por lo que usted es y si usted valora a los otros.
- Observe hacia atrás y compare como está en su vida emocional, espiritual, social y física desde ese tiempo hasta ahora.
- Eche una mirada a sus gustos y deseos y qué ha hecho por ellos.
- Recuerde a quién le ha expresado su cariño o agradecimiento en los últimos días, así mismo recuerde cuando se lo expresaron, qué sintió.
- Escriba lo bueno, lo que está por mejorar y en el campo que usted necesita ayuda, la escritura brinda luces que despejan el panorama.
- Olvídese de la frase: "Yo no puedo cambiar"
- Finalmente, tómese el tiempo para revisar sus acciones; es probado que el tiempo y el esfuerzo darán sus mejores frutos.
Recuerde que los actos individuales, se reflejan en beneficios sociales o, por el contrario, deterioro del entorno cercano al cual usted pertenece. Ser la piedra en el zapato de otra persona, no es motivo de orgullo, más bien es un título que lo llevará al fracaso.
Las estados emocionales demasiado alterados, los cuales se evidencian de una forma más aguda, deben ser tratados por especialistas indicados, para lo cual esta lectura sirve de motivación hacia el cambio.
Luz Marina Peña
¡Gracias por tu lectura!
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