Conserva tu integridad, tu vitalidad y tu persona.
Parece obvio, pero algunas veces permitimos que otros traspasen esa línea donde comienza nuestra individualidad y nuestra búsqueda
personal; lugar donde otro no tiene cabida. Debemos preservar nuestra marca personal, dar a conocer nuestro estilo único de hacer las cosas; claro está, con coherencia social y pertinencia,
siempre optando por una vida asertiva que impacte positivamente a los demás.
Nuestro mejor regalo es nuestra propia vida, en consecuencia, debemos ser los cuidadores primordiales de nuestro cuerpo, mente y el espíritu.
Nuestro mejor regalo es nuestra propia vida, en consecuencia, debemos ser los cuidadores primordiales de nuestro cuerpo, mente y el espíritu.
Gracias por tu lectura.
Lupita.