Entendernos a sí mismos ya es bastante complicado,
pues somos un compendio de distintos agentes sociales y genéticos que nos hacen únicos e irrepetibles; y mucho más difíciles que decifrarnos a sí mismos, será comprender las actitudes y comportamientos de los demás. Pero estamos en una época social en la que es una herramienta básica de vida manejar una inteligencia que te permita relacionarte asertivamente. Frente a esta verdad, algo podemos hacer, y es tomar un poco de sensibilidad e inteligencia y hacerle frente a esos estallidos de personalidad de aquellos que te rodean ,adoptando una actitud serena y con mucha comprensión.
Entender al otro, sabiendo de antemano que cada individuo vive distintas circunstancias que le disparan sus características de personalidad, mostrándose como seres hostiles, agresivos y/o peculiarmente ordinarios, y aun asi mantener el trato amable y comprensivo hacia ellos.
Nuestro lenguaje corporal es un libro abierto para los otros y así mismo podemos leer sus actitudes; de ahí la importancia de esa primera impresión.
Algunos investigadores estiman que lo que comunicamos procede en un 60% y 70% de un lenguaje no verbal: (gestos, postura, apariencia, mirada y expresión). Cada uno de esos códigos no verbales que establecemos cuando entramos en contacto con alguien, puede ser un aspecto definitivo en la suerte que tendrá dicha relación; ya sea afectiva, de trabajo o meramente comercial.
Esa primera impresión que se llevan de nosotros puede marcar la pauta para posibles negociaciones o el deshecho inmediato de ellas. Las mujeres son más intuitivas que los hombres en este sentido y desde un primer contacto pueden definir emocionalmente como un elemento que tiene algo que no agrada.
Algunos componentes de esa imagen que proyectamos provienen de la forma de vestir que puede ser vulgar, anticuada o inapropiada, como también de los gestos o actitud postural perezosa, agitada o cansada; un aspecto desaliñado y sucio y aun más importante....... la comunicación verbal. Esa manera en la que te expresas, dichos, acento, dicción, ideas sin fundamento o ser silencioso, soso o aburrido.
Ante tantas característica que debemos mantener para ser aceptados socialmente y la comprensión que debemos tener hacia el otro, es inminentemente necesario echar un vistazo a nuestro proceder para caminar cómodamente ante la sociedad.
¡Gracias por leernos!
Lic. Luz Marina Peña
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