Alguien decía: "Todo lo que hago, mi hijo lo hace igual, también me pasa en la oficina, mis empleados siguen mis acciones y muy pocos me las reprochan."
Crear una base de conductas adecuadas y positivas para dirigirse en la vida no es una misión titánica, sólo es cuestión de analizar aquellos comportamientos que repercuten no solo en mi vida sino en la de los demás. En cada espacio o círculo social que tenemos, dejamos una imagen, la cual tendrá adeptos o desertores y estos harán sus aprobaciones o recriminaciones según el caso; y aunque a muchos les importa muy poco el "qué dirán", el ser un buen elemento social es una responsabilidad personal para el desarrollo de la humanidad. Dicha responsabilidad comienza en el seno de la familia donde los adultos a cargo son un modelo a seguir inmediato para los pequeños de casa. Un padre o madre que da mal ejemplo a sus hijos, recibirá una factura en letras mayúsculas en la que sus hijos plasmarán las mismas prácticas de vida que han tenido sus padres, y lo peor es que cuando se les exige un mejor comportamiento su respuesta es tan tajante:
"Lo mismo que haces tu"
Mucha razón tenía Albert Eintein con su conocida frase: "Educar con el ejemplo no es una manera de educar es la única", y ésta no solo es aplicable a la educación que imparten padres a hijos, también se establece en diferentes medios sociales de ahí que hayan tantos seguidores de un lider, un futbolista, una estrella o un buen jefe. Una persona que está en frente de un grupo de seguidores debe tener esa conciencia de ser un elemento inspirador para los demás o de lo contrario puede esperar que ese efecto: ESPEJO DE LA VIDA refleje tus malas acciones.
Recuerda quien sigue tu ejemplo, saca la versión exacta de ti mismo.
Gracias por leernos.
Lic.Luz marina Peña
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